Este es el tercer curso que aplico el modelo Flipped Classroom con mis alumnos, y por mi condición de profesor interino, el tercer centro de secundaria en el que lo uso.
El pasado curso mis clases eran en 2º y 3º de ESO, y sobre todo, los alumnos de 2º estaban haciendo un seguimiento muy irregular de los vídeos que utilizaba para la revisión previa de los contenidos desde casa.
En el modelo de enseñanza Flipped Classroom es fundamental que los alumnos hagan una revisión de contenidos previa a la sesión de aula para poder trabajar de forma activa esos contenidos en clase, de modo que si los vídeos no tienen un amplio seguimiento, la sesión de trabajo activo no puede llevarse a cabo.
Puede haber una amplia variedad de razones por las que un alumno de 13 años no realiza las tareas que se le encargan para casa, no nos vamos a engañar, y más si son de matemáticas, dada la fama que precede a la asignatura, pero el caso era que si las tareas consistían en hacer unos ejercicios para practicar lo aprendido, el porcentaje de alumnos que los realizaban eran más altos que si la tarea era ver un vídeo previo a la clase.
Me sorprendía ver como a esa edad ya tenían muy interiorizado que las tareas que debían hacer eran los ejercicios de práctica, pero si la tarea era ver un vídeo, no lo percibían de igual modo y le daban menos importancia. Aunque la realización de lo segundo les supusiera menos tiempo que lo primero, les costaba más hacerlo.
Analicé las posibles razones, ya que de seguir así, continuar con el modelo Flipped no tenía mucho sentido y llegué a plantearme abandonarlo en esos grupos.
Posibles razones para que los alumnos NO trabajen los vídeos en casa
La primera causa que podemos pensar, es que los alumnos no tuvieran dispositivos en sus casas para poder ver los vídeos. Esa no era la razón, puesto que como es natural, antes de comenzar a desarrollar Flipped Classroom había comprobado que todos tenían posibilidad de verlos, salvo problemas imprevistos que siempre pueden ocurrir y que con voluntad del profesor y del alumno pueden resolverse.
Utilizo la plataforma Edpuzzle desde el principio por su sencillez de uso y por las posibilidades que ofrece, y salvo algunos problemas puntuales que tuvieron mis alumnos, en especial los que ven los vídeos desde el navegador de su móvil, los problemas con la plataforma no era la razón por la que muchos no lo hacían.
Les había recomendado en varias ocasiones utilizar Edpuzzle en su versión web si era posible, o en la app que la aplicación tiene para un mejor resultado, pero algunos por comodidad utilizaban su teléfono móvil.
Pensé en la posibilidad de que yo no les hubiera sabido justificar suficientemente el funcionamiento del método y no valorasen el beneficio general que obtenían cuando todos hacían ese trabajo previo. Era una razón que podía tener su peso en el bajo seguimiento de los vídeos y que hay que tener muy en cuenta cuando utilizas un modelo que cambia la forma de trabajar de los alumnos.
Debemos tener en cuenta que los cursos en los que estaba sucediendo eran aquellos en los que el alumno tiene una edad en la cual el profesor ya no supone una autoridad por el mero hecho de estar ahí y decir algo, sino que se cuestionan la utilidad de lo que les manda hacer. Pero tampoco todos tienen la madurez o responsabilidad para valorar el beneficio en su aprendizaje del trabajo que realizan, y esto es natural y los profesores debemos entenderlo.
Además tenemos que añadir, que en un modelo tradicional, la no realización de las tareas para casa, no tiene perjuicios para el grupo, por lo que el alumno no entiende que en el modelo Flipped Classroom perjudica a los demás si no hace su tarea porque impide el trabajo planificado para la sesión de aula. Por eso es muy importante trabajar el sentimiento de grupo con ellos.
La excesiva duración de los vídeos es otra razón que puede llevar a los alumnos a no hacer el trabajo. En mi caso siempre intento que los vídeos no duren más de 6 o 7 minutos para evitar el cansancio del alumnado, con lo que no parecía una razón importante.
Hay que tener en cuenta en la duración de la tarea, que es conveniente y yo así se lo indico, que tomen notas de lo que se explica en el vídeo y de las preguntas que se les hacen para después tratarlo en el aula o resolver las dudas que surjan. En mi caso les enseño al principio de curso a tomar notas Cornell, adaptado a sus necesidades, utilizando una página de su cuaderno para cada vídeo que trabajan.
Una mala elección de los vídeos propuestos podría ser otra razón. Si en varias ocasiones no hemos elegido bien los vídeos que tienen que ver, y les resultan complicados o no se ajustan a sus conocimientos de partida, el alumno no se sentirá motivado a verlos. Ellos mismos me dijeron que no era la razón, ya que no solían tener problemas para comprender las explicaciones, aunque no siempre los vídeos que utilizaba eran míos.
Una excesiva cantidad de vídeos en una unidad puede estar detrás del bajo seguimiento de los alumnos. Si todos los días el alumno tiene que hacer ese tipo de tareas, llegará a aburrirse por la rutina y de forma natural bajará su nivel de esfuerzo. Debemos de planificar bien este aspecto para que a lo largo de la unidad didáctica el trabajo que realicen sea variado. Tampoco esta razón les suponía un problema en mi caso según ellos mismos me comentaron.
La nula repercusión en su calificación final podría estar detrás de que los alumnos no realicen este tipo de tareas. El sistema educativo y social, por desgracia, les enseña a priorizar su calificación final por encima de todo y a ver "aprobar" como su principal objetivo, por lo que si hacer esa tarea, que ciertamente supone un esfuerzo para ellos, no tiene reflejo en su calificación, no sienten motivación para realizarla.
En este caso, mis criterios de calificación incluían "Ver y tomar notas de los vídeos en casa" como un item importante y suponía un 10% de la calificación final de la evaluación, con lo que realizar esta tarea estaba suficientemente valorado y suponía en si mismo una buena razón para hacerlo. Aún así, varios alumnos olvidaban esto en su día a día o la lejanía en el tiempo de la entrega de notas hacía menos importante este aspecto.
La teoría del modelo Flipped Classroom dice que los alumnos ven los vídeos en casa de forma previa al trabajo práctico en el aula. Pero no dice que debes hacer si esto falla. En el colectivo general está implícito que lo que no debes hacer, es explicar el contenido en el aula si una gran parte no han visto el vídeo, ya que esto retroalimentará la no realización de la tarea de ver los vídeos y además hace pensar de forma justificada a los que si los han visto, que han perdido el tiempo. Aunque realmente estos últimos están recibiendo las explicaciones una segunda vez y eso les beneficia, su percepción es que han hecho un trabajo innecesario.
No confundamos esta situación, con no explicar en clase a nuestros alumnos lo que no hayan entendido. Esto último hay que hacerlo, prácticamente a diario ante las dudas o dificultades que nos planteen.
Y aquí llega el dilema del docente y la razón por la que yo me planteé no seguir con el modelo. Si por una o varias razones de las expuestas, los alumnos no ven los vídeos antes de la clase, el modelo es inviable.
O presionas a los alumnos que no han hecho su trabajo, no explicando ese contenido y continuas con el trabajo previsto, cosa que yo no estaba dispuesto a hacer, porque el modelo de enseñanza no puede estar por encima del alumno, que es para quien trabajamos finalmente. O te pliegas a la realidad y explicas de nuevo el contenido y ves como las miradas de los alumnos más responsables se clavan en tu espalda.
Hay una solución intermedia que yo mismo he utilizado en ocasiones, que consiste en dejar ver al principio de la clase el vídeo a los alumnos que no lo han hecho en casa, mientras los demás realizan una actividad relacionada con lo que han aprendido. Los primeros deberán hacer esta tarea posteriormente en casa, lo que debería llevarlos a hacer el trabajo de ver el vídeo en casa en otra ocasión, para evitar tener que hacer esa tarea extra.
Esta solución me parece útil si unos pocos y en puntuales ocasiones son los que no han trabajado el vídeo en casa antes de la clase y ello hace imposible el desarrollo previsto de la sesión de aula. No creo que sea una solución válida si es una situación generalizada y repetida.
Estaba entonces ante la situación de que una cantidad importante de mis alumnos no entendían la necesidad de realizar la tarea que les ponía y eso ponía en jaque el desarrollo del modelo de enseñanza planeado. La solución que encontré fue la siguiente.
Aunque el seguimiento de los vídeos y la anotación de su contenido en el cuaderno suponía 1 punto de los 10 posibles de su calificación final, eso no era motivación suficiente para ellos. De modo que introduje de forma muy sutil uno de los principios de la gamificación. El alumno que hubiera visto antes de la fecha límite de cada vídeo, todos los vídeos de una unidad, obtendría un "Comodín Edpuzzle". Aquellos que hubiesen dejado un vídeo sin ver o que dos o más vídeos los viesen después de la fecha límite obtienen "Medio comodín Edpuzzle".
El "Comodín Edpuzzle" ha tenido diversos usos, en función de la unidad en la que estemos, pero generalmente pueden utilizarlo en el examen posterior a la unidad, para eliminar un ejercicio y obtener la puntuación que ese ejercicio tenga en el examen. Es decir, el alumno durante el examen, aplica el comodín para no realizar el ejercicio que por su dificultad le parece más complicado para él y suma a su calificación la puntuación de dicho ejercicio.
Los que tienen "Medio comodín" solo pueden anular la mitad de un ejercicio u obtener una aclaración sobre como resolverle. Esta medida está pensada para valorar el esfuerzo del que ha querido estar a la altura, pero le falta constancia, y a la vez para animarle a conseguir el premio completo en una unidad posterior.
Este pequeño cambio supuso un gran cambio en el seguimiento de los vídeos. Los porcentajes de seguimiento subieron considerablemente porque ellos veían un beneficio rápido y directo del hecho de hacer esa tarea.
Para aquellos que estén pensando que la medida modifica en gran medida su calificación finales, debo aclarar que en mis criterios de calificación, estas pruebas tienen un peso máximo de un 30%, luego el peso real de esta medida era mucho menor que el 10% directo que podía suponerles el ver los vídeos, pero ellos la percibían de manera mucho más beneficiosa.
Esta medida he continuado utilizándola este curso con resultados igualmente positivos, pero añadiendo que para aumentar el componente lúdico, al alumno que ha conseguido el "Comodín Edpuzzle" le entrego durante el examen una tarjeta impresa en papel adhesivo a modo de carta de juego, en el que se indica las características del comódin. Esta tarjeta pueden pegarla en su cuaderno o archivador de clase para ir completando la colección del curso y dejar constancia que han trabajado y han obtenido ese reconocimiento.
Las imágenes que podéis ver a los largo del artículo, corresponden con algunos de las tarjetas que les he entregado a los alumnos. Están creadas a partir de la página web www.hearthcards.net que de forma sencilla te permite personalizar las cartas que quieras crear para tus alumnos.
Espero que mi ejemplo pueda servirte de ayuda si eres un docente en una situación similar y si lo deseas puedes hacer un comentario en el artículo o en mi usuario de Twitter @simplificamates.